Una velada nocturna al amparo de la fogueira inexistente del San Antonio veraniego, nos llevaba a una reflexión aguda sobre el origen del poblamiento.
Como quiera que el academicismo histórico no es nuestro fuerte, resulta que por no conocer, no sabemos siquiera el origen del nombre, Vilela, ni su significado. Pero lo podemos intuir al contemplar el transcurrir de las edades, aún, al día de hoy.
Por eso invitamos a etnolingüistas para hacer su aportación y que nos saquen de nuestra ignorancia.
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